Si dejamos que los pensamientos negativos adquieran poder sobre nuestra mente, podemos derivar en una depresión.
En estos casos el resultado siempre es el mismo: perdemos la salud, el bienestar y nuestro potencial.
Practica la atención plena: A medida que crecemos y nos hacemos mayores nuestra vida se complica, con lo que nuestros miedos, angustias y esperanzas se magnifican. Por lo tanto, el pensamiento negativo es mucho más fileácil que llegue a nosotros y se instale en nuestra mente durante un buen tiempo. Practicar la atención plena o el mindfulness nos puede ayudar Considerablyísimo, consiguiendo fortalecer nuestra conciencia y domesticando nuestra mente. De hecho, está demostrado que la meditación de forma habitual nos permite reducir nuestro estrés en el día a día y nos permite saber cómo eliminar los pensamientos negativos que tanto nos afectan. Racionaliza tus pensamientos negativos: A veces la mejor forma de darse cuenta de que estamos siendo o pensando negativamente es hacernos las preguntas adecuadas para ayudarnos a descubrir qué nos está pasando: ¿Es cierto?, ¿Este pensamiento me ayuda?, ¿Qué es lo que realmente quiero?, ¿Cómo puedo salir ventajoso de la situación?,¿Cómo podría hacer más positivo este pensamiento? A raíz de estas preguntas podremos tomar decisiones constructivas sobre lo que queremos y avanzar por el camino correcto. Gracias a este proceso de racionalización de los pensamientos negativos incontrolables, podremos llegar a evitar sus consecuencias más destructivas para nuestra vida. Haz un diario de pensamientos: A pesar de que requiere mucho esfuerzo, llevar un diario de pensamientos puede ser una forma muy eficaz de acabar con cada uno de estos pensamientos automáticos que nos vienen a la mente. Para ello, deberás apuntar cada día cómo te has sentido y cuáles han sido los malos pensamientos o los mensajes positivos que han dominado las acciones de tu jornada.
Los pensamientos negativos son un hábito que muchas personas enfrentan a diario, pero la buena noticia es que existen herramientas respaldadas por la psicología para controlarlos y transformarlos.
Comprender la raíz de estos pensamientos y adoptar herramientas efectivas para modificarlos es el primer paso hacia un cambio authentic en nuestro bienestar.
Establecer metas realistas y alcanzables puede ayudarte a sentirte más seguro y confiado, reduciendo la aparición de pensamientos negativos relacionados con el fracaso o la autocrítica.
Silenciar esta voz crítica interna implica aprender a gestionar esos pensamientos negativos y reemplazarlos por afirmaciones más positivas y constructivas.
Todas las personas los tienen y no puedes controlar lo que pasa por tu mente de forma inesperada. Sin embargo, si abordas y retas estos pensamientos, y practicas la atención consciente y otras estrategias de respuesta, podrás ver que son únicamente pensamientos y no verdades, por lo que puedes descartarlos para seguir adelante con tu día.
Los pensamientos negativos recurrentes se consolidan en nuestro cerebro y pueden llegar a ser muy molestos si no hacemos algo para deshacernos de ellos.
Diferenciar la voz inside es elementary para interpretar esos pensamientos en segunda persona. Es decir, ante pensamientos como “nunca podré hacer nada bien” hay que replantear inmediatamente el pensamiento y modificarlo -siguiendo el ejemplo anterior- por algo como “no se puede hacer nada bien”.
Muchos terapeutas y médicos han descubierto cómo vencer la ansiedad y los malos pensamientos a través de la creatividad, ya que esta ofrece un espacio seguro para la expresión de las emociones.
Practica la atención plena: La atención plena te ayuda a estar presente en el eliminar pensamientos negativos momento actual, evitando rumiar pensamientos negativos sobre el pasado o preocuparte en exceso por el futuro.
Los errores te ayudarán a aprender para la próxima vez. ¡Y también celebra tus éxitos y buenas experiencias! Tenemos una tendencia a dar por sentado lo que sale bien y una fijación con lo que no sale como lo hemos planeado.
Cuando te sientas triste o preocupada/o, tómate unos momentos para hacer una pausa y respirar profundamente para anclarte en el momento presente.